Las cinco carreras mejor pagadas
Según el estudio Compara Carreras 2024 del IMCO, las carreras con los ingresos
más altos son Medicina de especialidad con un ingreso promedio mensual de
43,601 pesos, Economía con 29,764 pesos, Medicina general con
$26,171 pesos, Ingeniería en automatización y electrónica con 25,770
pesos y Ciencias computacionales con 25,684 pesos. Estas áreas son
altamente valoradas en el mercado laboral debido a la creciente demanda de
habilidades técnicas y científicas.
La transformación del mercado laboral está estrechamente vinculada con la
revolución tecnológica. Conforme cambian las formas de trabajo, también cambian
las necesidades del mercado laboral. Por ello, cada vez más ingenierías figuran
en los listados de carreras mejor pagadas, sin olvidar el creciente peso de
disciplinas como el desarrollo de software y el análisis de datos.
En este contexto, puestos como el de científico de datos o aquellos relacionados
con la inteligencia artificial ofrecen salarios elevados e, incluso,
oportunidades de trabajo remoto para empresas internacionales con pagos en
dólares.
“A pesar de que las fuentes de información muestran avances lentos y cambios
graduales año tras año, las tendencias internacionales en contratación laboral
están fuertemente ligadas a la tecnología y a la alfabetización digital”,
asegura Castro.
Las cinco carreras peor pagadas
Por otro lado, las carreras con los ingresos más bajos son Formación docente
para preescolar con un salario mensual promedio de 15,820 pesos,
Orientación educativa con 16,985 pesos, Trabajo social con 17,023
pesos, Diseño curricular y pedagogía con 17,082 pesos y Formación
docente en asignaturas específicas con 17,350 pesos. Aunque estas
profesiones son esenciales para el desarrollo social, los bajos ingresos
reflejan una menor valoración económica en el mercado actual.
Sin embargo, el análisis de la rentabilidad de una carrera no se limita
únicamente al nivel de ingresos, sino que también considera otras variables como
la formalidad y la facilidad de encontrar empleo.
Fernanda Domínguez, coordinadora de Educación en el IMCO, afirma que las carreras
de formación docente, aunque se encuentran entre las peor pagadas, siguen siendo
las más seguras para estudiar, ya que la mayoría de las personas que trabajan en
el sector educativo lo hacen en la formalidad y tienen una mayor facilidad para
conseguir trabajo.
Las carreras con más egresados
Pero los jóvenes no necesariamente se están yendo por lo más seguro o lo mejor
pagado, el instituto identificó que las carreras más populares y con más
egresados en México son Administración de Empresas, Ingeniería Industrial,
Derecho, Negocios y Comercio, Enfermería, Psicología y Contabilidad. “Estas
carreras han sido las favoritas durante la última década; vemos que una
tendencia constante en las preferencias de los estudiantes, aunque esta elección
no siempre se alinea con las nuevas demandas del mercado laboral, que requiere
un mayor enfoque en áreas tecnológicas y científicas”, reitera Domínguez.
Castro señala que la creciente demanda por talento especializado en áreas STEM
(ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) es una tendencia que se observa
no solo en México sino a nivel mundial. Por lo tanto, elegir tanto carreras
técnicas como licenciaturas en estas áreas puede permitir a los estudiantes
acceder a mejores condiciones laborales, ser más competitivos a nivel global y
adquirir habilidades en demanda.
“Esto aumenta la competencia entre los graduados y puede resultar en condiciones
laborales menos favorables porque al haber suficiente oferta abaratamos el costo
de estas profesiones. La recomendación a los jóvenes es que busquen nuevas
maneras de acercarse al mercado laboral y de aportar valor”, dice.
La inversión en educación superior
El IMCO también desarrolla un índice de calidad de la inversión que pondera los
riesgos y beneficios de estudiar una carrera. A partir de esto, se asigna una
calificación que puede ser excelente, buena, segura o muy insegura. Por ejemplo,
las carreras de formación docente registran bajos ingresos, pero son de las más
seguras, es decir, que tienen más probabilidad de acceder a un empleo formal.
En contraste ciertas ingenierías ofrecen más ingreso, pero son más riesgosas, ya
que muchas contrataciones son por proyecto y, acorde con datos de Technology by
Page, los profesionales tecnológicos en promedio permanecen dos años en una
misma empresa.
Cada vez es más importante la educación para sobresalir en el mercado laboral. En
México, solo el 27% concluye una licenciatura, siendo el país más rezagado de la
OCDE. Además, por cada 100 pesos que gana un egresado de bachillerato, un
egresado de carrera técnica gana en promedio 120 pesos, un docente 179 pesos,
pero un ingeniero o matemático 241 pesos.
“Sí creo que hay carreras que están pasando a ser obsoletas y si seguimos
formando jóvenes en áreas más populares lo que vamos a conseguir es que haya un
montón de jóvenes decepcionados porque le dedican cuatro años al estudio y al
final no obtienen los beneficios que esperaban”, reitera Castro.
En México, la orientación vocacional es una de las carreras peor pagadas y los
estudiantes solo reciben asesoría al final del bachillerato. En países como
Alemania, la orientación vocacional es una profesión de mayor peso que
proporciona a los estudiantes información adecuada y temprana -desde la
secundaria- sobre las opciones de carrera.
Castro está convencida de que en México se tiene que incorporar una mejor
orientación vocacional en los planes de estudio tanto de secundaria como de
bachillerato para que los jóvenes estén familiarizados con el plan de carrera,
elijan de forma consciente y adopten una visión de educación continua con pasos
certeros que los lleven a donde quieren llegar.
“Entre más temprano los jóvenes se involucren con esta información de la elección
de carrera más fácil va a ser que escojan de forma correcta y oportuna y que
puedan prepararse también los padres de familia para los gastos que pueda
implicar la inversión en la educación”, concluye la investigadora.
No menos importante es fomentar la continuidad educativa, esto incluye
identificar y apoyar a estudiantes en riesgo de abandonar la escuela, fortalecer
la conexión entre la oferta educativa y la demanda laboral y promover el uso de
información transparente para la toma de decisiones educativas.